[Bien dice el Principito que los grandes nunca entienden nada, que siempre hay que estar explicándoles todo.]
En casa tenemos un intérprete de
Melina, alguien que nos traduce a lenguaje más de grandes las reflexiones de la pequeña. Ese es
Matías. Cuando Melina aún balbuceaba cosas muy incoherentes él le entendía y nosotros como padres recurríamos frecuentemente a él pidiendole ayuda.
"Qué dijo? Vos le entendiste Mati?" era lo típico.
Hoy en día que a
Melina ya se le entienden bien las palabras
Matías a veces sigue jugando el papel de traductor en lo que a sentidos de la frase se refiere.
Melina: Vos papi tenés más dedos que yo.
Papá: Eh? Cómo? Más dedos?
Melina: Si, yo tengo así de dedos y vos tenés más.
Papá: No Meli, todos tenemos la misma cantidad de dedos. Es igual.
Matías (interviene con expresión de "ufa... todo tengo que explicar?"): Noooo pá... ella dice dedos de los años!
[Claro, cuando se le pregunta la edad ella lo dice con sus dedos]