Atrapar el día

Después de mucho buscar el nombre ideal para el blog, surgió éste que representa la sensación que siempre tengo al estar con mis hijos. Disfrutar, vivir los maravillosos y efímeros instantes que Dios me permite compartir con ellos y acompañarlos en su crecimiento. "Atrapar el día"... eso quiero hacer cuando estoy con ellos.

viernes, octubre 31, 2008

Por una razón muy obvia

La maestra suplente despedía a sus chicos preguntandoles el nombre para ir memorizandolos. A Matías no le preguntó nada sino que le dijo "Chau Matías" y no hizo falta reforzar recuerdos.

Mamá: Seguramente te habrás portado bastante mal para que la maestra se acordaba de tu nombre y no tuviera que preguntarte.
Matías: No, ella se acuerda bien de mí porque soy muy lindo.

El primer olvido

Hablabamos de niños conocidos, sobrinos, hijos de amigos. Hablábamos del aspecto físico cuando nacieron, de su carácter. De si eran gordotes, pelados, llorones... en fin, por esos lados rumbeaba la charla cuando Melina se percató de algo:

Melina: Yo no me acuerdo nada de cuando nací.

viernes, octubre 24, 2008

La galera y el conejo de las telecomunicaciones

Matías tiene la costumbre de meterse en cuanta conversación le sea posible y siempre está atento a su entorno, listo para "engancharse mal" o meter un bocadillo. En este caso la explicación que estaba dando la madre era para mí y Mati aunque parecía concentrado en el televisor estaba con las "antenas" registrando la charla.

Mamá: ... y entonces pusieron los celulares uno frente al otro y... cómo se llama eso que permite que pases cosas de un celular a otro poniendolos así?
Matías: Magia!!!

miércoles, octubre 08, 2008

Ora-ción

Se me ocurrió imponer en familia el viejo juego de armar oraciones para entretener momentáneamente a los niños. Cada uno repite lo dicho por el anterior y va agregando una palabra.
Y la cosa venía así:
"La ..."
"La casa ... "
"La casa tiene ... "
"La casa tiene árboles ... "
"La casa tiene árboles y ... "
Hasta que llegó el turno de Melina. No sólo no repitió lo hasta ahí dicho sino que nos sorprendió con algo incomprensible.

Melina: "¡unco!"
Mamá: Unco???
Papá: Tenés que repetir la oración! Pero "unco"? Qué es "unco"?
Melina: Unco-hete!

Mala memoria

Melina: Yo no me acuerdo cuando nací.