Atrapar el día

Después de mucho buscar el nombre ideal para el blog, surgió éste que representa la sensación que siempre tengo al estar con mis hijos. Disfrutar, vivir los maravillosos y efímeros instantes que Dios me permite compartir con ellos y acompañarlos en su crecimiento. "Atrapar el día"... eso quiero hacer cuando estoy con ellos.

martes, septiembre 26, 2006

Lógica climática

Melina (observando pensativa las gotas en el vidrio de la ventanilla del auto): Má... por qué llueve?
Matías (con cara de fastidio por tener que explicar lo más obvio): Ayyy Melina!!! Porque anunciaron lluvia!

Seguí participando

Después de pagarle a la cajera del supermercado chino que está cerca de casa y mientras me retiro contando el vuelto Mati analiza:

Matías: No está más la promoción.
Papá: Qué promoción?
Matías: La de los caramelos.
Papá: Eh?
Matías: Sí, esa que vos le pagabas y te daba caramelos.

(En ese lugar a falta de monedas suelen hacer esas cosas. Tal vez un día deberíamos "curarlos" pagándoles con caramelos)

viernes, septiembre 22, 2006

El amor no tiene edad pero sí fecha de vencimiento?

Mi padre es un viudo bastante bien "cotizado" en el edificio en el que vive, quizás no tanto por méritos propios sino por la cantidad desproporcionada de viudas que tiene como vecinas.
Una de ellas aparece en el hall del edificio cuando mi padre estaba con Melina.

Abuelo: Hola, que tal Mirta? (Y tratando de hacerse el gracioso...) Mirá Melina, ella es mi novia. Que te parece?
Melina (mirándolos detenidamente): Ahhh... pero son dos viejitos!

Juego limpio

Miraba por televisión junto a Matías uno de los innumerables partidos del Mundial de Alemania.
En esos días el entusiasmo por la redonda era moneda corriente en casa.
Tan vigente como la insistencia de la madre en que cuide la ropa porque siempre se revuelca por ahí y hay que lavarla muy seguido.

Matías: Uhhh... mirá. Pateó el pasto y saltó un montón de barro! Se les va a ensuciar toda la ropa.
Papá: No importa. Después se las lavan.
Matías (con seguridad): Las esposas de ellos.
Papá: No Mati, ellas no las lavan.
Matías: Cómo que no? Sí, se las llevan y las lavan.
Papá: No.
Matías (sorprendido): Cómo hacen entonces? Quién las lava?
Papá: No sé, hijo. Se las llevará alguien del equipo y las mandan a lavar a algún lugar.

Se quedó pensativo.

Regreso indiscreto

Regresabamos en omnibus de la costa este último verano mientras caía la noche, compartiendo el viaje con pasajeros visiblemente cansados por haberle "sacado el jugo" al último día de vacaciones,
Sólo el murmullo del motor se percibía.
Melina, dueña de una voz MUY chillona comenzó a decir entre risas:
"Me tiré un peditoooo, me tiré un peditooooo!".
Inútiles fueron los esfuerzos por intentar hacerla callar. Tan inútiles como los que hacíamos para no reirnos.
Ella cada vez lo repetía más fuerte y dándole entonación como un cantito. Hasta el más dormido terminó riéndose.